“Despois do incendio”, de Eduardo Valiña

La obra de Eduardo Valiña (O Páramo, Lugo, 1972) no puede entenderse sin la contextualización del paisaje y la realidad de Galicia, un territorio donde la tierra duele, a pesar de su presencia inmanente. Su discurso se articula en torno a la ruralidad, el territorio, la identidad y el sentimiento de pertenencia explorando relaciones complejas y epidérmicas con el territorio, y pone en evidencia el frágil equilibrio de una naturaleza sometida a la explotación y a los intereses económicos. Con una mirada entre la melancolía y una crítica incisiva, a menudo su obra se construye a partir de intervenciones en el espacio natural, posteriormente documentadas y trasladadas al espacio expositivo, como testimonio de las tensiones medioambientales y culturales que atraviesan su universo creativo. Valiña juega con esta tensión cargada de simbolismo e invita al espectador a una reflexión que nace de la disrupción —y quizá de una cierta incomodidad—.

Con Despois do incendio, Valiña propone un viaje atávico que oscila entre lo oculto y la revelación. A través de metáforas ásperas y una puesta en escena cargada de tensión dramática, la exposición evoca la mezcla de tierra húmeda, el sentimiento de pérdida y la fuerza de la resiliencia.