A lo largo de las últimas cinco décadas, la artista portuguesa Ana Jotta ha desarrollado un vocabulario artístico profundamente personal que rechaza y antagoniza toda forma de clasificación e identificación. En lugar de un estilo reconocible, aboga por la incoherencia y la irreverencia. Se apropia de todas las categorías estéticas, las subvierte y las traspasa, creando un mundo que sólo existe en sus propios términos. Le atrae coleccionar las imágenes, los objetos e incluso frases, y sus actos de recolección se entremezclan plenamente con sus actos de creación.

En la exposición Festa Particular, Ana Jotta colabora con el artista Jorge Nesbitt para realizar una serie de cerámicas que muestran nuevamente este espíritu lúdico que tanto ha caracterizado su trabajo durante toda su trayectoria