Desde 2015 Jan Schüler (Gießen, Alemania, 1963) refleja en sus pinturas las circunstancias sociales y políticas en las que creció. En 2016 pintó una serie de prisioneros del campo de exterminio de Auschwitz-Birkenau, “Schwarze Blumen” (“Flores negras”), basándose en fotografías tomadas por el fotógrafo del campo Wilhelm Brasse.
En la serie “Deutsche Landschaft” (“Paisaje alemán”), publicada desde 2017, Schüler encuentra sus motivos en ciudades como Dresde y Frankfurt, ambos centros del romanticismo alemán, en Weimar, donde se fundó la primera república alemana, en Düsseldorf o Berlín.
Lo característico de las pinturas de Schüler son las superficies lisas, las formas delimitadas y las áreas de color. En sus paisajes, evita detalles innecesarios. Ni las personas ni los edificios, las vallas, los árboles o las nubes se presentan de forma naturalista, sino que están estilizados de forma coherente.