“Splashing Mies” de Alberto Peral
El artista nos remite a la imagen del momento que Hockney plasmó en «A bigger splash» con una arquitectura abstracta y fija como telón de fondo, diluida, en parte, en el reflejo de sus cristales. La zambullida implica una promesa, la excitación que da la ingravidez y la suspensión previa al inevitable choque con el agua. El cambio de medio se hace en un instante de pérdida de aliento que deja como único rastro de la presencia fugaz el movimiento de las aguas.
En el Pabellón se produce un fenómeno similar y las diferentes superficies y materiales construyen con los reflejos una arquitectura aérea, ingrávida y etérea imposible de inmovilizar. El edificio se convierte en una trampa para los propios arquitectos al que el fluir del reflejo se les escapa entre las manos y con ello juega Alberto Peral conectando las superficies líquidas entre sí.
