“Zona de sacrificio” es el término utilizado para caracterizar una región geográfica que ha sido objeto de daño ambiental o falta de inversión económica. Según analistas académicos, se refiere a zonas vinculadas con comunidades de bajos ingresos y, a menudo, racializadas que soportan, más que otras, estos efectos ambientales relacionados con la contaminación, los residuos tóxicos y la industria pesada. Las zonas de sacrificio generan pobreza a largo plazo y una situación de exclusión social. El origen del término se dio durante la Guerra Fría en relación con la lluvia radiactiva, lo que nos remite al Chernóbil descrito por Svetlana Alexievich; pero hoy en día podríamos hablar de otras zonas de sacrificio donde se tratan las vidas, humanas y no humanas, como zonas de exclusión, residuales, tal como ocurre con las granjas industriales o los campos de refugiados.

Hablaremos de ello con Ruben Wagensberg, activista y portavoz de “Casa nostra, casa vostra”, que ha trabajado en campos de refugiados en Afganistán, Ucrania, Irak, Siria o Grecia, y con el científico social Irra Rodríguez-Giralt, experto en desastres, que ha trabajado con comunidades afectadas por procesos de contaminación lenta o crónica en Cataluña y Chile.

Esta actividad forma parte del programa público de la exposición “Vacaciones con Franco. Mis veranos en la España franquista.”