SOLOT, proyecto en solitario de Ramon Prats, se presenta como un concierto de batería sola en que el momento o la sonoridad de la sala son tan importantes para la música como cualquier otro factor.

La memoria actúa de eje vertebrador, ya sea la del propio músico o la del oyente. La atención, el recuerdo, la percepción o la vibración del aire son elementos de cualquier hecho musical, y en el SOLOT estos elementos no tienen una jerarquía preestablecida.

¿Qué se ha de entender? ¿qué se ha de escuchar? ¿qué se ha de saber? son preguntas que a menudo se nos presentan, pero que quizás lo más temible es pensar que ninguna de ellas tiene respuesta. La respuesta somos nosotros, grabamos en nuestra memoria la experiencia del momento vivido, como una semilla en un terreno fértil, que a lo largo del tiempo va creciendo, se va transformando entre el recuerdo y el olvido.