La obra de Xavier Rodés está centrada en el paisaje contemporáneo. Da una gran importancia a los escenarios naturales y a la huella que el ser humano deja en ellos. El artista muestra la transformación que ejercemos sobre el medio fruto de nuestra convivencia, sin intención crítica, de forma sugerente y atractiva. El objeto de su mirada suelen ser lugares que conoce como resultado de sus viajes; especialmente las Islas Baleares, el sur de Francia o los Estados Unidos.

No representa la figura humana en estos paisajes. Tampoco se centra simplemente en describir los escenarios. El artista capta su atmósfera y las sensaciones que le producen, creando imágenes poéticas, íntimas y silenciosas. Muestra un gran dominio de la luz, ya sea matizándola con un cielo encapotado, captando los colores que despierta el sol del atardecer o los distintos reflejos que provoca en el agua o la nieve. Le da una gran importancia a la composición y a las cualidades cromáticas, siendo estos aspectos el principal atractivo en su obra.