La exposición «Si un árbol cae en el bosque» explora las relaciones de interdependencia entre paisaje y percepción a través de la mirada de cinco artistas: Marc Àvila Català (Barcelona, 1992), Ana Ciscar (Valencia, 1993), Núria Farré (Barcelona, 1992), Federico García Trujillo (Tenerife, 1988) y Nil Safont (Barcelona, 1995).

En 1883, la revista The Chaurauquan lanzó a sus lectores una pregunta a modo de pasatiempo. “Si un árbol cae en un bosque donde no hay ningún ser, ¿haría algún sonido?”. La revista Scientific American quiso resolver el acertijo y un año más tarde ofreció una respuesta. El caer del árbol produce una vibración en el aire. Si allí no hay oído alguno que lo pueda percibir, no habrá ningún sonido. De manera parecida, podríamos preguntarnos si existe el paisaje en ausencia de un observador.

Más allá de debates metafísicos, la noción misma de paisaje está intrínsecamente ligada a la mirada del observador, y solo podemos comprenderla desde una perspectiva particular, desde un «yo» y un «nosotros». Aunque debemos reconocer la existencia de una realidad objetiva, espacial y temporalmente independiente del observador, un paisaje, un territorio, un lugar, no pueden reducirse únicamente a su topografía, su biodiversidad o sus condiciones climáticas. Nuestra percepción, inevitablemente filtrada por influencias culturales y personales, transforma el territorio en una idea ética y estética impregnada de anhelos, experiencias y recuerdos. Desde una práctica artística situada, las obras que conforman la muestra se acercan a la cuestión del paisaje y su representación para ahondar en las complejas relaciones simbióticas entre individuo y entorno, a la vez que nos invitan a considerar la importancia del observador en la creación, comprensión y representación de los territorios.

Comisariada por Gisela Chillida