El proyecto expositivo «Infralocus. Los 90 en Girona, una década de 20 años» explora la cultura de este período histórico y los diferentes lugares donde esta intentaba hacerse visible. Hablamos, obviamente, de los espacios institucionales y/o normalizados (Salas Municipales, Casa de Cultura, Fontana d’Or, galerías de arte y fundaciones), pero también, y muy especialmente, de todos aquellos infralocus (a menudo bares y discotecas) que la cultura colonizaba sin control ni premeditación.
En resumen: esta exposición quiere mostrar de manera horizontal la vida cultural de los noventa sin hacer uso de las jerarquías habituales, empezando por las que distinguen alta cultura y cultura popular, y, aún más, por las que discriminan diferentes modalidades de activismo (feminismo, LGBTI, pacifismo, ecologismo) o todo lo que ocurre de forma espontánea, efímera y en los márgenes del circuito oficial.
En este sentido, la Girona de los noventa nos proporciona el ejemplo perfecto de cómo lo que llamamos cultura aflora, y a veces cristaliza, en multitud de estratos: la universidad, los espacios culturales alternativos, algunas calles como la Nou del Teatre o algunos barrios como el Pont Major fueron epicentros de una vitalidad inédita en el resto de la ciudad.
Artes visuales, música, moda, performance, literatura, filosofía, fotografía y ocio se confundían con una naturalidad que hoy puede parecernos sorprendente.
En coproducción con el Museo de Historia de Girona.