La Padrina y las pertenencias de la domesticidad | Xevi Bayona
La arquitectura puede hacer doméstico el espacio para habitar. Es precisamente el propio habitante que para hacerlo doméstico se vale de pertenencias; propiedades personales en forma de muebles y objetos donde deposita el alma para guardar un pedazo de su mundo.
La madrina nació en Barcelona en 1927, aproximadamente el mismo período que Mies redactaba el proyecto del Pabellón. Más de noventa años más tarde, aparte del recuerdo, sólo queda su domesticidad en los objetos que un día fueron de esa persona. Objetos que amueblan una casa convencional en Olot y que nos sirven ahora para hacernos preguntas.
¿Qué domesticidad tiene el Pabellón? La geometría de la arquitectura regala una simetría vertical del edificio, una centralidad de la mirada que transita por una línea de horizonte que divide el cielo y la tierra.
Amueblaremos el Pabellón con objetos cotidianos para contraponerlo al espacio vacío y desnudo, haremos una mudanza, esta vez temporal, para habitar simétricamente el pabellón. Los muebles se asentarán en el techo como si de una ciudad invisible de Italo Calvino se tratara.
Es un ejercicio para explicar las cosas por comparación y sobre todo por contraste.Una reflexión del espacio hablando con metáforas de la vida y también de la muerte. El mundo de arriba y el de abajo, el cielo y la tierra, el suelo blanco y el techo de travertino, el agua como porche y las nubes de alfombra. Un cambio de perspectiva que invita a la reflexión. Preguntas sobre el lleno y el vacío. Un compendio a partir de la madrina y las pertenencias de su domesticidad.
En la inauguración de la intervención artística La Padrina i las pertinences de la domesticitat, que tendrá lugar el próximo miércoles 30 de julio a las 19:00 en el Pabellón Mies van der Rohe, su autor, Xevi Bayona, conversará con Anna y Eugeni Bach que intervinieron en el Pabellón el año 2017 con Mies Missing Materiality.
Un diálogo entre dos miradas aparentemente contrapuestas que no obstante comparten el hecho de qüestionar las maneras de habitar un espacio y que contrastaran también sus experiencias en el diseño y la materialización de estas dos intervenciones que modifican tan radicalmente la imagen ‘natural’ del Pabellón.
