El blanco del ojo es aquello que vemos cuando alguien aparta la mirada. Son los márgenes; raramente algo que observamos.

Siguiendo la línea de trabajo de Alexander Arilla, esta sesión presenta un proceso de investigación sobre la potencialidad poética y política de la cotidianidad desde la exploración audiovisual, textual y performática.

Lo cotidiano, como el blanco del ojo, a menudo representa aquello que vemos pero que no miramos. Es un concepto que asociamos con lo banal, lo anodino, lo que carece de importancia; pero que, sin embargo, abarca todo cuanto nos rodea en nuestro día a día, construye nuestra realidad y determina nuestra experiencia en el mundo.