LA FÀBRICA TRANSPARENT
07/11/2025 – 10/01/2026
Exposición de Marta Azparren, Roc Parés, Marc Villanueva, Alán Carrasco, Mónica Rikić, Total Refusal, Ezequiel Soriano y Raquel Friera.
A cargo de Marc Villanueva.
Inauguración, 7 de noviembre a las 19.00 h
Exposición coproducida por Festival Panòptic y M|A|C Mataró Art Contemporani, que forma parte del Programa de exposiciones itinerantes 2025-2026 del Departament de Cultura de la Generalitat de Catalunya, con la colaboración de ACVIC Centre d’Arts Contemporànies.
La exposición forma parte del Cicle d’Arts Digitals de Vic.
Uno de los primeros planos de la historia del cine es la salida de una fábrica. Rodada en 1895 por los hermanos Lumière ante su propia fábrica de aparatos fotográficos la famosa secuencia nos muestra como las trabajadoras dejan de ser un grupo homogéneo para convertirse en una multitud dispersa.
A medida que nos adentramos en un mundo cada vez más digital, el trabajo es más flexible, precario y ubicuo y a menudo no nos define como individuos. Incluso durante nuestro tiempo de ocio continuamos trabajando de manera no remunerada, generando contenidos o datos. En la fábrica transparente se hace cada vez más difícil distinguir cuando estamos dentro y cuando estamos fuera.
Los videojuegos son unas arenas especialmente movedizas, en ese proceso de transformación. Si bien acostumbramos a pensar en ellos como una actividad de ocio, los videojuegos se parecen cada vez más a un complemento de la jornada laboral. Partidas cortas, normas simples, rutinas repetitivas y un balance meticulosamente calibrado entre gratificación y frustración son los ingredientes de una nueva ergonomía digital que conquista las pantallas y confunde los límites entre tiempo de ocio y tiempo de trabajo, entre improductividad e hiperactividad.
Esta exposición, que toma como título la búsqueda homónima del artista de Mataró Octavi Comeron (1965-2013) sobre art y posfordismo, nos interroga sobre la relación entre jugar y trabajar, así como el valor del tiempo y la imaginación, en un momento en el que nuestro cuerpo acciona los engranajes simbólicos de una actividad que ya no llamamos trabajar.
Imagen: Helena Roig, Panòptic