El idiota
Comisario: Martí Peran
Artista: Javier Peñafiel

La idiotez no es sinónimo del anonimato (disolución del sujeto en lo común) ni de la tontería (el mal uso de la inteligencia); la idiotez debe conjugarse como un desplazamiento de apertura que suspende la centralidad de la razón, el modelo de subjetividad que le cobija (la persona) y los dispositivos que la protegen (el derecho, las formas políticas tradicionales y los modelos comunitarios establecidos). El idiota, contra la violencia del consenso, abre el pensamiento a un campo de singularidades que libera al sujeto de sí mismo y lo arroja al espacio infantil (no-personal) de un tiempo lleno. Mediante esta apertura fuera de la razón y sus continentes ideológicos e institucionales, el idiota tiene una fuerza destituyente que le permite confrontar la insignificancia de lo real (la idiotez del mundo) sin abdicar de su creatividad. El idiota es así quien protagoniza una retirada, no por callar, sino como garantía de atención y entusiasmo.

El proyecto se presenta como un archivo heterodoxo con el propósito, no de capturar al idiota sino, por el contrario, abrir su figura en numerosas encarnaciones. El archivo de idiotas – reales y ficticios- se acompaña de dos herramientas de aproximación: su activación performativa propuesta por Javier Peñafiel y las reflexiones que sobre la figura del idiota nos ofrecen Carlos Losilla y Miguel Morey.